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Qué es la relación de aspecto, y la importancia de la relación 16:9
La relación de aspecto de una imagen, video, monitor y, en general, de cualquier área de visualización, es la relación entre su ancho y su alto.
En ocasiones es necesario cambiar la relación de aspecto de una imagen para que se adapte a un formato de monitor, a una red social determinada, un espacio concreto dentro de una publicación, etc. En este artículo se usará un ejemplo de redimensionado de una imagen a la proporción 16:9, aunque se pueden aplicar las mismas técnicas para convertir a cualquier relación de aspecto. 16:9 es un estándar muy común y se utiliza también en redes sociales, siendo, por ejemplo, la proporción ideal para subir miniaturas para vídeos YouTube.
Algunas de las relaciones de aspecto populares:
- 16:9. Es la relación más frecuente actualmente, y el estándar para monitores y pantallas de TV. La gran mayoría de cámaras digitales graban vídeo en 16:9.
- 4:3. Antiguo estándar para la televisión.
- 3:2. Una de las proporciones más usuales en la fotografía.
Debido a que no consisten en un determinado tamaño, sino en una proporción, estas relaciones de aspecto no se corresponden con un número de píxeles o centímetros en particular, aunque sí con pares de píxeles. Por ejemplo, para 16:9, las siguientes son algunas de las resoluciones de vídeo estandarizadas:
- 4320p (8K): 7680×4320 px
- 2160p (4K): 3840×2160 px
- 1440p (2K): 2560×1440 px
- 1080p (HD): 1920×1080 px
- 720p (HD): 1280×720 px
Para averiguar como deberíamos tratar una imagen para poder adaptarla a una determinada proporción, hacemos una simple división. Seguimos con el ejemplo de 16:9, por lo que realizamos esta operación:
16 ÷ 9 = 1,7777 ≈ 1,78 (redondeo a dos decimales)
Obsérvese además que, en las resoluciones anteriormente mostradas para 16:9, el resultado de dividir para cada pareja el ancho entre el alto, todos dan como resultado 1,78.
Cualquier imagen, en la que el resultado de dividir su ancho entre su alto de resulte en 1,78, tendrá la relación de aspecto 16:9, sin importar lo pequeña o grande que en realidad sea la imagen, y esto es así ya sea que midamos en píxeles, centímetros, o cualquier otra unidad.
No obstante lo anterior, es obvio que si la imagen es demasiado pequeña, pongamos 720p (HD), se verá peor que si la visualizamos en 2160p (4K), y se pixelará más cuanto más grande sea la pantalla donde la visualizamos. Pero al tener 16:9 la misma proporción que cualquier televisor, no se verán bandas negras en los extremos de la imagen, en ninguna de estas resoluciones.
Aunque llegados a este punto puede parecer obvio lo que debe hacerse, hay diferentes técnicas no tan obvias para llevar a cabo la operación de cambiar la relación de aspecto de una imagen sin deformarla ni cortar partes de ella. Así, si queremos ver rápidamente la relación de aspecto de una imagen, cubrimos toda el área con la herramienta recorte.
Ver la relación de aspecto de una imagen en GIMP
Seleccionemos la herramienta Recorte de GIMP, pulsando sobre su icono en la caja de herramientas o bien desde el menú principal: Herramientas > Transformación > Recortar
Arrastrar el puntero del ratón por la imagen, para crear un rectángulo de recorte.
Observar, antes de soltar el botón izquierdo del ratón, que bajo la Ventana de la imagen, al lado de las dimensiones en píxeles de la imagen, GIMP nos muestra un número entre paréntesis, y este cambia a medida que movemos el puntero del ratón. Este número se muestra en la figura 1, y es la proporción del área seleccionada.
Para salir de la operación sin recortar la imagen, pulsar la tecla del teclado Esc.
Redimensionar recortando una parte de la imagen
Seleccionemos la herramienta Recorte de GIMP, tal como se ha mencionado.
Crear el rectángulo de recorte cubriendo toda la imagen, arrastrando para ello el puntero del ratón.
Reducir poco a poco el área de recorte, hasta detenernos exactamente en el punto en el que el indicador de proporción marque 1,78.
En el siguiente ejemplo, la solución más fácil y obvia sería recortar según se observan las marcas de corte de la Herramienta de Recorte en la figura 1. Para ello, a continuación de seleccionar el área, pulsamos la tecla Intro del ratón.
Sin embargo, esta solución implica perder áreas de la imagen, y tal vez no queramos esto. Para ello hay alternativas que se exponen a continuación.
Redimensionar escalando la imagen
En ocasiones, podemos permitirnos deformar la imagen. Este efecto no siempre es adecuado o queda estéticamente bien, pero en el caso de la imagen de la figura 1, el efecto de deformación es muy poco o nada apreciable, y nos da, estéticamente, una buena impresión. Para ello, sigamos estos pasos:
Realizamos una de las siguientes operaciones matemáticas, la elección de la cual dependerá de si debemos agrandar el ancho o el alto para llegar a 16:9. El resultado de esta operación será el alto o ancho que debemos aplicar:
- 9 ÷ 16 * [ancho en píxeles de la imagen]
- 16 ÷ 9 * [alto en píxeles de la imagen]
Observamos en el ejemplo de la figura 1, que la anchura de la imagen es de 5868 píxeles, por lo que: 9÷16×5868 = 3301 px (redondeando), por lo que esta es la altura que debemos aplicar.
- Seleccionar la Herramienta de escalado, y en el Diálogo empotrable Opciones de herramienta > transformar, marcar la opción Imagen.
- Pulsar sobre la imagen y, en el diálogo del lienzo, desactivar el icono de relación de aspecto para poder deformarla.
- Insertar la altura o anchura resultado de la operación matemática anterior. En el ejemplo 3301 px de altura.
Redimensionar extendiendo una imagen
Con extender nos referimos a hacerla más grande, sin modificar la imagen que ahora tenemos. En vez de eso, añadimos nuevas áreas a la imagen, «agrandamos la escena» (figuras 3 y 4).
El siguiente artículo del manual (Modificar la proporción o relación de aspecto de una imagen) amplía este concepto mucho más, indicando diferentes técnicas y herramientas para conseguir este propósito.
En este, utilizaremos únicamente la técnica de la duplicación y volteo de capa. Sin embargo, no hay una única fórmula. La forma en la que abordar esta tarea depende mucho del tipo de fotografía que tratemos. En algunas resultará una tarea fácil. En otras, resultará extremadamente complicado hacer que las zonas añadidas parezcan reales e integradas con la imagen.
- Seleccionemos la herramienta Recorte de GIMP, pulsando sobre su icono en la caja de herramientas o bien desde el menú principal: Herramientas > Transformación > Recortar
- Creamos el rectángulo de recorte cubriendo toda la imagen, arrastrando para ello el puntero del ratón.
- En el diálogo empotrable Opciones de herramienta, marcar la opción Permitir agrandar.
- Extender la selección fuera de los límites de la imagen, hasta obtener la proporción deseada (1,78 para 16:9). Ver la figura 3.
- Duplicar la capa. Menú de imagen > Capa > Duplicar la capa
- Seleccionar la capa duplicada, en el Diálogo empotrable Capas
- Seleccionar la herramienta Voltear, desde su icono en la Caja de Herramientas, o bien desde el Menú de imagen > Herramientas > Herramientas de transformación > Voltear.
- En el diálogo empotrable Opciones de herramienta, seleccionar la dirección adecuada (Horizontal o Vertical), que en el ejemplo de las figuras 3 y 4, debe ser horizontal.
- Voltear la capa duplicada con un clic de ratón.
- Seleccionar la herramienta Mover desde su icono en la Caja de Herramientas, o bien desde el Menú de imagen > Herramientas > Herramientas de transformación > Mover.
- Mover la capa volteada al lado de la principal, de tal forma que las dos capas contiguas generen la sensación de continuidad (figura 4).
Si bien el resultado dela figura 4 es mejorable, se puede apreciar cierta sensación de que el paisaje realmente se extiende. En el siguiente artículo se profundiza y se agregan mejoras para eliminar la sensación de simetría entre las dos capas, que hace evidente la manipulación.